SÍNDROME DE BURNOUT: CAUSAS Y CONSECUENCIAS

SÍNDROME DE BURNOUT

El síndrome de burnout o “síndrome del trabajador quemado” hace referencia a la cronificación del estrés laboral. Este se manifiesta a través de un estado de agotamiento físico y mental que se prolonga en el tiempo, llega a alterar la personalidad, y autoestima del trabajador. Es un proceso en el que progresivamente el trabajador sufre una pérdida del interés por sus tareas, y va desarrollando una reacción psicológica negativa hacia su ocupación laboral, a su medio laboral.

Principales síntomas del síndrome de ‘burnout’

El síndrome del trabajador quemado fue identificado en mayor medida en aquellas profesiones que están en relación con el trato al público. La realidad es que puede darse en cualquier tipo de ocupación, ya que hay un mayor riesgo de padecer el síndrome de burnout cuando existe una gran discrepancia entre las expectativas laborales del trabajador y la realidad de las tareas a las que se enfrenta día a día, o existe un ambiente laboral con exceso de tensión, degradado y/o con relaciones laborales manifiestamente conflictivas.

Los principales síntomas del síndrome de burnout son los siguientes:

  1. Agotamiento físico y mental generalizado

El trabajador sufre una pérdida de energía en todos los niveles de salud:

Señales de agotamiento mentalel estrés y la ansiedad son los principales protagonistas que preceden al síndrome del trabajador quemado. Es más, el burnout se alimenta de ambos, además de tener relación con la aparición de trastornos adaptativos, relacionados con el estrés, la ansiedad, la depresión y el insomnio.

Señales de agotamiento físico: fatiga crónica, aumento de peso o bien pérdida de apetito. También puede reflejarse en la aparición de alteraciones psicosomáticas como dolores musculares, migrañas, problemas gastrointestinales y, en el caso de las mujeres, desregulación del ciclo menstrual.

  1. Despersonalización y cinismo

El burnout produce un cambio en el comportamiento del trabajador que lo sufre. Este adopta una actitud de indiferencia y desapego, reduciendo claramente su compromiso hacia el trabajo. Esto se manifiesta también en sus relaciones en el ámbito laboral, tanto con compañeros como con clientes. La irritabilidad y el endurecimiento del trato se convierten en habituales dentro de la forma de actuar de un trabajador quemado, los clientes, usuarios o personas con las que interaccionan perciben este cambio de actitud, pero también la familia y su entorno social, es decir influye en toda la vida personal, social y laboral de quién lo padece.

  1. Descenso en la productividad laboral y desmotivación

La desmotivación que genera este síndrome, genera una frustración y evidencia la falta de realización personal en el trabajo. La poca atención hacia las tareas, olvidos frecuentes, y una desidia generalizada que nace de la dificultad para concentrarse. Todo ello forma parte de un círculo vicioso que se retroalimenta constantemente (nunca consigue ser el trabajador que era antes de quemarse y ello el genera mayor angustia), ya que la incapacidad de cumplir con el trabajo, concentrarse, gestionar sus actividades.

¿Cómo hacer frente al síndrome de ‘burnout’?

El síndrome del trabajador quemado es fruto de distintas causas. Suele brotar cuando coinciden factores de riesgo personales (baja tolerancia a la frustración, a la exposición al estrés, o circunstancias vitales estresantes como cuidado de enfermos, enfermedades graves, pérdidas, etc.) y aquellos relacionados con la organización (lagunas en las tareas asignadas al puesto de trabajo, sobredimensionamiento de funciones y responsabilidades, ambiente laboral complicado, fallas en el liderazgo en la empresa, sobrecarga de trabajo sostenida, presión asistencial, falta de apoyos y recursos, etc).

Las medidas preventivas frente al síndrome de burnout son similares a aquellas necesarias para manejar situaciones de estrés laboral. Para conseguir revertir una situación de trabajador quemado es crucial identificar y modificar las condiciones de trabajo que lo han producido, y en casos de exposición prolongada puede ser necesaria una reubicación del trabajador, un asesoramiento psicológico o acompañamiento en el puesto para rectificar los hábitos adquiridos.

Si analizamos, evaluamos y protegemos al trabajador con síntomas de estar quemándose podremos evitar daños a la salud y recuperar un trabajador eficiente, motivado y sano, por lo que todo el entorno laboral, social y familiar se beneficiará de ello.

La prevención es posible, hay que tratar minimizar y eliminar el riesgo, para que la persona que padece este síndrome, vuelva a tener motivación personal, social y laboral.

 

Lic. María Belén Castiglione

www.psicologiaonline24hs.com

 

 

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